Les
traigo este relato del cual deconozco el autor.
Pedro
fue a visitar a su amigo Jose que vivía en el Campo
Al
llegar al sitio de su Amigo, vió un área muy grande donde había varios Perros
de distintas razas. Uno de ellos, Un poco pasado de peso, descansaba en
su Canil, pero se notaba algo inquieto. Como si tuviera alguna
dolencia. Se quejaba y aullaba.
Pedro
preocupado, pregunta a Jose: ¿Ya viste tu perro? Parece que algo tiene!
Jose
respondió tranquilamente: no te preocupes. Yo ya sé lo que es lo que
tiene!
Pedro
lo increpa: bueno, y si lo sabes, por qué no lo llevas al veterinario?
Lo que
pasa —dijo Jose—es que allí donde el perro está recostado, sobresale un
clavo que no quedó bien cuando hice el Canil, se le entierra en el
costado y le molesta. Por eso se queja.
Pedro
sorprendido con la explicación, dice: bueno, y si le molesta tanto, ¿por qué no
se recuesta en otro lado?
Jose
replica: Bueno, porque el clavo le molesta bastante como para quejarse,
pero no lo suficiente como para moverse, Que te Puedo decir!!!
Muchas
veces me han venido a visitar amigos chilenos, conversando de varios temas
siempre sale el infaltable temas de la situación Venezolana. No logran salir de
su asombro cuando les cuentos sobre el caos que se ha vivido allá en los
últimos años allá.
Al
preguntarme como la gente aguanta eso, les respondo: Les incomoda suficiente
como para quejarse, pero no tanto como para moverse...
Tienes
algún clavo en el costado, te piensas quedar allí???